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LPDDR5X vs DDR5 en ordenadores de sobremesa: perspectivas de la memoria eficiente

Los sistemas de sobremesa modernos evolucionan hacia un mayor rendimiento y un consumo reducido, y los estándares de memoria desempeñan un papel clave en este proceso. Aunque DDR5 ya se ha consolidado como la opción principal para PCs domésticos, LPDDR5X avanza como una alternativa de bajo consumo procedente del sector móvil. En 2025 aumenta el interés por su posible adopción en equipos de sobremesa gracias a sus mejoras en ancho de banda y gestión energética. Sin embargo, su incorporación no es sencilla. Este artículo analiza sus diferencias técnicas, el impacto real en el rendimiento y la viabilidad de su llegada a las placas base para ordenadores de sobremesa.

Características técnicas de LPDDR5X y DDR5

DDR5 sigue siendo el estándar predominante en configuraciones de sobremesa debido a sus altas frecuencias, estabilidad y compatibilidad. Emplea módulos DIMM extraíbles que permiten ampliaciones y soluciones de refrigeración más avanzadas. Los fabricantes continúan elevando las velocidades hasta superar los 8000 MT/s, lo que lo convierte en una opción sólida tanto para juegos como para cargas de trabajo profesionales.

LPDDR5X adopta un enfoque distinto. Se suelda directamente a la placa base y funciona con voltajes ultrabajos, normalmente entre 0,5 y 0,6 V, considerablemente menos que DDR5. Aun así, puede alcanzar tasas de transferencia de hasta 9600 MT/s. Su diseño prioriza la eficiencia energética e integra modos avanzados de ahorro que reducen de forma significativa el consumo tanto en reposo como en uso activo.

La compatibilidad es el principal obstáculo para LPDDR5X en ordenadores de sobremesa. Su arquitectura requiere placas base específicas y un diseño integrado. Las placas ATX tradicionales no pueden admitirla sin modificaciones profundas, y solo algunos mini-PCs han experimentado con este enfoque. En 2025 no existen placas base convencionales para sobremesa que utilicen LPDDR5X.

Ancho de banda, latencia e impacto en el rendimiento

El ancho de banda puede inducir a error al comparar ambas tecnologías. Aunque LPDDR5X alcanza cifras muy elevadas, muchas cargas típicas de sobremesa dependen más de la latencia que del ancho de banda bruto. LPDDR5X presenta una latencia superior debido a su arquitectura, lo que afecta a tareas como juegos o renderizados en tiempo real, donde DDR5 suele obtener mejores resultados.

Sin embargo, en cargas basadas en grandes flujos de datos —IA, creación de contenido o análisis científicos— LPDDR5X puede ofrecer un rendimiento competitivo. Su eficiencia energética también resulta atractiva para sistemas silenciosos o estaciones de trabajo de bajo consumo. En procesadores de escritorio orientados a la eficiencia, LPDDR5X podría ser beneficiosa si existiera soporte en las placas base.

Las diferencias térmicas también son notables. LPDDR5X genera menos calor y permite diseños más compactos, aunque la imposibilidad de sustituir los módulos limita la capacidad de refrigeración. En escenarios de uso intensivo, DDR5 conserva la ventaja gracias a su flexibilidad y a la disponibilidad de módulos con disipadores avanzados.

Potencial de adopción en placas base de sobremesa

A pesar de sus ventajas, la adopción de LPDDR5X en sobremesa requiere una coordinación entre fabricantes de placas base, procesadores y ensambladores. En 2025 los procesadores de AMD e Intel están diseñados exclusivamente para DDR5 DIMM. Para admitir LPDDR5X necesitarían controladores de memoria rediseñados, algo que no forma parte de los planes inmediatos.

Algunos sistemas compactos ya la utilizan. Mini-PCs basados en procesadores móviles implementan LPDDR5X para lograr equipos silenciosos y con bajo consumo. Esto demuestra que la tecnología es fiable, aunque se trata de configuraciones más cercanas al entorno portátil que al de sobremesa tradicional.

Según las tendencias actuales, LPDDR5X podría aparecer solo en segmentos especializados: equipos de oficina de bajo consumo, estaciones de trabajo sin ventiladores o dispositivos compactos orientados a IA. Para el usuario doméstico, DDR5 seguirá siendo la opción principal debido a su disponibilidad y a su capacidad de ampliación.

Factores de producción y limitaciones del mercado

La fabricación de placas base con LPDDR5X implica mayores costes. La memoria soldada exige controles más estrictos y procesos de montaje avanzados. Esto aumenta el precio final y reduce el atractivo comercial de la tecnología para modelos de escritorio convencionales.

Las preferencias del usuario también influyen. Los consumidores de sobremesa valoran la posibilidad de actualizar la memoria, algo que LPDDR5X no permite. La ausencia de módulos reemplazables entra en conflicto con la filosofía tradicional de los PCs de sobremesa.

El precio es otro factor. Aunque LPDDR5X resulta rentable para portátiles producidos en grandes volúmenes, su integración en sobremesas —un mercado con menor volumen— resulta menos eficiente. Mientras tanto, los precios de DDR5 continúan bajando, reforzando su posición en el sector.

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Eficiencia energética y escenarios reales de sobremesa

La eficiencia energética es el punto fuerte de LPDDR5X. Consume considerablemente menos energía tanto en reposo como bajo carga, lo que favorece sistemas silenciosos o con refrigeración pasiva. En estaciones de trabajo que funcionan de forma continua, esta ventaja puede ser significativa.

DDR5, aun orientada al rendimiento, también ha mejorado en eficiencia gracias a tecnologías como PMIC optimizados, perfiles JEDEC refinados y funciones internas de corrección. La diferencia con LPDDR5X se reduce, aunque este mantiene ventaja en escenarios de bajo consumo.

En 2025 el escenario más probable para LPDDR5X en sobremesa es su incorporación a sistemas híbridos: ordenadores compactos con procesadores derivados del entorno móvil. Ya utilizan LPDDR y podrían impulsar su expansión si continúa creciendo esta categoría.

Perspectivas futuras y evolución tecnológica

Mirando al futuro, ambos estándares seguirán avanzando. DDR5 aumentará frecuencias y capacidades, mientras que LPDDR5X y las versiones que le sucedan mejorarán aún más la eficiencia y ampliarán sus anchos de banda. Su distinta filosofía de diseño indica que no competirán de forma directa, sino que coexistirán en segmentos diferentes.

Para los ordenadores de sobremesa tradicionales, DDR5 seguirá siendo el estándar principal durante los próximos años. Los fabricantes de procesadores y placas base mantienen su inversión en esta tecnología, lo que garantiza su continuidad y crecimiento.

No obstante, LPDDR5X ganará presencia en dispositivos muy específicos: sistemas compactos, estaciones silenciosas y equipos centrados en bajo consumo. Su papel se expandirá a medida que aumente la demanda de soluciones energéticamente eficientes.